La piedra del toro
Cerca de Lebu existe una playa donde antiguamente se bañaban las doncellas. Para protegerlas, un toro espantaba a todos los hombres quienes se acercaban. Aprovechando en cierta ocasión, cuando el guardián era un toro nuevo, uno de los hombres logró que este se acercara a los acantilados y una gigantesca ola hundiera al animal.
Desde ese momento, la llamada “Piedra del Toro”, brama furiosa para advertir a los arriesgados hombres que en el fondo del mar sigue la bestia cuidando la playa de las doncellas.